Gestión de marca: es evidente que una marca que no tiene coherencia no tiene un camino marcado y, por lo tanto, su futuro no resulta muy prometedor. Por este motivo, es fundamental optimizar el ecosistema corporativo y crear espacios bien diferenciados en el mercado para, de esta forma, contar con mayor claridad dentro del funcionamiento interno de la empresa y poder abrir horizontes. En marketing, todo este procedimiento se denomina como gestión de marca y es otro de los elementos clave a la hora de ganar ventaja con respecto a la competencia.
Nos encontramos en un momento de grandes cambios sociales, tecnológicos y económicos. Los acontecimientos derivados de la crisis del Covid todavía no han acelerado muchas de las tendencias que se habían detectado anteriormente. Esto plantea desafíos importantes para las empresas, pero también trae consigo grandes oportunidades para aquellas oportunidades que sepan interpretar y anticipar mejor los cambios y responder a ellos más rápido. Con lo cual, muchos de los paradigmas que funcionaban hasta no hace mucho en la gestión de marca se han ido quedando obsoletos.
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Gestión de marca: metodología BOFU
Dentro de las estrategias de Inbound Marketing podemos distinguir tres momentos diferentes: TOFU, MOFU y BOFU. En este último, el consumidor desea el producto que le ofrecemos, pero es necesario que lo convenzamos de que somos la mejor opción. Un proceso que no solamente busca persuadir, sino también fidelizar al cliente cuando ya haya adquirido nuestro producto más de una vez.
Una marca es relevante cuando conecta con las necesidades, deseos y aspiraciones del público al que se dirige. Cuando les hace la vida más sencilla y se sienten identificados con ella. Cuando aporta algo al mundo y consigue sorprender de manera constante. Cuando cuenta con una visión y personalidad claras y atractivas. Cuando podemos afirmar que si desapareciera, dejaría un importante vacío entre sus seguidores.
Para ello, es necesario poner en marcha una serie de acciones que ayuden a generar confianza en los consumidores y les impulsen a tomar la decisión de compra. Es recomendable hacer pruebas gratuitas, ofertas de lanzamiento o promociones, encuestas, consultorías personalizada, opiniones de clientes que hayan adquirido el producto o servicio, etc.
Obviamente, para poder aplicar los mejores métodos BOFU, debemos tener en cuenta las distintas particularidades y características que presenta una marca. En este sentido, resulta indiscutible que la gestión de marca es un elemento clave para generar confianza y fidelizar, posteriormente, al cliente.
Si las empresas quieren conectar realmente con las personas, tienen que estar dispuestas a cederles una parte de su control. Los consumidores están dispuestos a hacer suyas las marcas y, más que nunca, a implicarse y a colaborar con ellas, pero a cambio necesitan que las empresas no les decepcionen, que les tengan en cuenta, que les sorprendan y que sean sinceras y auténticas.
Los pasos esenciales de la gestión de marca
Lo primero que debemos hacer es llevar a cabo un análisis interno y sectorial de la marca en cuestión. Para ello, es necesario hacer un diagnóstico de la situación actual e identificar sus necesidades, tanto actuales como futuras. Este es el paso en el que debemos definir los criterios, espacios y oportunidades de los nuevos productos, además de las decisiones a tomar y la posición de las submarcas.
Después, es el momento de clasificar el portfolio de marcas. En esta fase, tenemos que alinearnos con el enfoque y el plan estratégico de la empresa y fijarnos en el modelo de gestión de marca que mejor encaja con nuestros valores, objetivos, metas y propósitos.
Para finalizar, tenemos que encontrar soluciones a medida, para lo cual, es necesario combinar los diferentes modelos conceptuales para ofrecer una respuesta justa, aprovechando los beneficios de cada marca paraguas o de marcas con endoso, independientes o monolíticas.
En resumen, se trata de analizar cada marca al detalle y de forma individualizada para valorar cuál es la gestión de marca que resulta más ventajosa para conseguir la competitividad que buscamos.
Gestión de marca: claves para ordenar el portfolio
La gestión de marcas es la manera en la que se clasifica el ecosistema de marca hacia el público, los usuarios y los gestores. Las relaciones y jerarquías deben estructurarse con un enfoque claramente competitivo, para lo cual se usa la metodología BOFU, contando con la capacidad para introducirse en nuevos segmentos y ser eficientes en los procedimientos internos.
La relación del portfolio debe organizarse, desde la marca corporativa hasta cada uno de los productos o servicios, para ganar fortaleza de esta manera en el mercado al que se dedique la firma.
Uno de los puntos más importantes en este sentido es que las decisiones de la identidad corporativa tengan coherencia en todo momento. Para ello, debe analizarse cada marca al detalle, con el objetivo de definir un modelo óptimo y realista con los valores y objetivos de la misma. Pero además, los modelos jerárquicos son muy importantes para las marcas más estructuradas.