Ejemplo de branding político:: aunque no lo creas en las campañas políticas hay muchas estrategias de marketing envueltas. En países como Estados Unidos, las mejores marcas de campaña transmiten incluso un sentido de su ideología con nada más que una mirada.
En cambio en nuestro país solo se está comenzando a aplicar las mismas reglas del branding que impulsan el éxito empresarial, en política.
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Ejemplo de branding político: el branding en la política
No es ningún secreto que la imagen que tiene la política en todo el mundo, es bastante negativa. La razón principal para ello es que todos los partidos solo se han concentrado en una única idea de ganar al resto, para lo que no les importa mentir, o tergiversar sus mensajes.
Los partidos políticos y sus líderes deben centrar sus esfuerzos en recuperar la confianza de su buyer persona, en ese caso los votantes. Para ello se tiene que recurrir a construir una imagen de actuaciones y valores, aparte del programa del partido, que permanecerá aunque dicho programa se incumpla o surjan nuevos competidores.
Esto está cambiando poco a poco, y hoy día podemos hablar del branding político. Este tipo de branding es aquella estrategia para construir la imagen de un partido o un candidato político. Consiste en utilizar los recursos disponibles de tal manera que se perciba positivamente al partido y a sus integrantes.
Ejemplo de branding político: ¿Para qué sirve?
Elaborar un branding político y crear una marca que haga referencia a candidatos, partidos políticos, e incluso gobiernos, sirve principalmente para crear un vínculo entre la estrategia política habitual del partido, y la estrategia de publicidad del mismo.
Todos los esfuerzos del branding político están dirigidos a convertir al candidato en la mejor opción, demostrando que tiene una imagen de verdad, personal y coherente.
¿Por qué tiene tanta importancia el branding político?
En los últimos tiempos, coincidiendo con la cada vez más negativa imagen de la política, los partidos políticos han comenzado a ver lo importante que es actualizar su imagen y conectar con sus votantes.
En un mundo lleno de información y estímulos es importante diferenciarse, pero también saber adaptarse a las nuevas corrientes y modas. Esto es lo que pasa con las marcas empresariales, están en constante renovación para seguir siendo relevantes. Y los partidos y candidatos políticos deben tomar ejemplo para mantener la confianza de la gente.
Beneficios del branding en política
Una marca fuerte es crucial para los políticos. Es importante ser sincero, honesto y agradable. Si quieren ser elegidos, la gente debe conocerlos.
Un branding político es eficaz por su forma influyente y única de unir a la gente hacia una creencia, idea, identidad o causa común. Cuando el branding se aplica en las campañas políticas, tiene un poder increíble para fusionar tu mensaje y unificar a las masas.
Pero además de lo anteriormente expuesto, el branding político aporta otros beneficios:
- Transmitir el mensaje de forma clara y efectiva.
- Diferenciarse de los competidores.
- Ganar la confianza de la gente.
- Aumentar la participación electoral.
- Atraer positivamente a los votantes objetivos.
- Convencer a los votantes indecisos.
Ejemplo de branding político
Cuando se trata de branding político hay que tener en cuenta que no se está tratando con los gustos y preferencias sobre productos, en última instancia, se influye en el propio sistema democrático del país. Por esta razón, los principios de objetividad y profesionalidad deben estar presentes a lo largo de todo el proceso de creación de una marca política.
Un ejemplo claro por todos conocido fueron las elecciones de 2016 de Estados Unidos, donde declararon presidente a Donald Trump, después de una extensa campaña política basada en el marketing, sobre todo en las redes sociales.
Pero un ejemplo autóctono, también muy útil para ilustrar la importancia del branding político lo encontramos en las elecciones para el candidato a presidenciales de la Región de Murcia de 2019, donde la campaña del candidato por el PSOE, Diego Conesa Alcaraz, aplicó los principios básicos del marketing a su favor.
La clave fue crear confianza entre los votantes, diferenciando al candidato por encima de los demás, a la vez que se destacaban sus atributos positivos. Todo en un panorama complicado, pues en la región llevaban décadas ganando los del partido contrario.
Como miembro de un partido que también opera a nivel nacional, se utilizaron algunos puntos en común con las campañas nacionales, pero sobre todo se intentó llamar la atención fuera de las actuaciones más habituales, poniendo el foco en la originalidad y la modernidad.
El resultado fue una estrategia basada en el eslogan: “Decide avanzar, la Región que merece”. Con ella se presentaba a un candidato capaz, seguro de sí mismo y diferente. Invitaba a los votantes a dejar atrás lo antiguo, y aceptar una alternativa nueva y real. Se hacía una especie de llamamiento para unirse al candidato en el camino al futuro, para conseguir los cambios necesarios en la Región y seguir avanzando.