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¿Qué incluye un branding?: si hablamos de la representación de una empresa, el branding es posiblemente uno de los elementos más importantes a tener en cuenta, tanto para empresas que acaban de empresa como para aquellas que cuentan con una larga trayectoria. Sin ello, no existe una identidad ni una referencia clara sobre la marca y su valor, que le permita calar en la mente de los consumidores y transmitir una imagen coherente y confiable.

Un proceso que abarca una serie de elementos clave como la tipografía, el logotipo, la combinación cromática y otros elementos de diseño que logran que una marca tenga una identidad visual y pueda ser reconocida fácilmente. Pero también integra el tono de voz, la elección de los canales de interacción, la personalización o la divulgación de la marca.

En resumen, cuenta con un enfoque global y es el medio hacia una identidad de marca bien definida, clara y personalizada, que se transmitirá de manera estandarizada y uniforme a través de todos los puntos de contacto del negocio, tanto físicos como digitales.

¿Por qué el branding es tan importante?

Aunque puede variar en función del sector, lo cierto es que en el espacio digital la competencia es cada vez mayor, pudiendo encontrar una gran variedad de marcas con productos, servicios y mensajes parecidos. En este contexto, el branding es una de las herramientas más eficaces para captar la atención y marcar la diferencia con respecto a la competencia. Pero, además de esto, existen otros motivos por los que una empresa tiene que apostar por una identidad de marca bien definida:

  • Conexión emocional: los lazos que una empresa crea con sus clientes muchas veces llega a un nivel emocional, creando una percepción más positiva sobre sus productos o servicios.
  • Atrae más clientes: los clientes son los principales embajadores de una marca y, naturalmente, cuando valoran como coherente y fiable una marca hay más probabilidades de que hablen bien del producto entre sus conocidos.
  • Ventaja competitiva: como decíamos antes, contar con una marca diferenciada con una estrategia fuerte permite que el negocio disfrute de una posición destacada dentro del mercado.
  • Genera confianza: los consumidores suelen confiar más en empresas que tienen un nombre y una identidad consolidada que en aquellas que no tienen una personalidad y una imagen claras.
  • Reduce la piratería: el éxito de las marcas más prestigiosas del mercado, como Amazon, Nike, L’Oreal o Coca-Cola, radica en haber sido capaces de aportar valor a sus clientes, lo que hace que sus clientes sean más fieles y que se lo piensen dos veces antes de cambiarla por una copia o por otras opciones más económicas o de peor calidad.
  • Clientes más fieles: una de las mayores ventajas de diseñar una marca sólida es que, cuando los clientes ya conocen la empresa y han tenido una buena experiencia con ella, esperan con ganas las siguientes novedades y ofertas, lo que crea una relación fructífera para ambas partes a largo plazo.

¿Cuáles son los elementos imprescindibles del branding?

Para desarrollar una estrategia de branding atractiva, fuerte y sólida, hay algunos elementos básicos y esenciales que necesitan ser creados y definidos, como son los siguientes:

  • Objetivo y posicionamiento.
  • Nombre de la marca.
  • Tipografía.
  • Logotipo.
  • Paleta de colores.
  • Guía de estilo.
  • Tono de voz.
  • Gráficos de apoyo propios de la empresa.
  • Slogan.

¿Qué incluye un branding?

Para comprender mejor cómo funciona el proceso de diseño de marca, a continuación te explicamos qué es lo que incluye un branding:

  • Acercamiento inicial: la primera entrevista tiene como finalidad que la marca y la agencia de diseño y desarrollo puedan conocerse, definir cuáles son las necesidades a cubrir, marcar los objetivos y perfilar las líneas que guiarán el proyecto. Aunque la metodología puede variar, en esta primera reunión se tratan los alcances, las etapas del proyecto, los plazos de entrega y se verá un briefing para especificar con detalle qué es lo que necesita el cliente.
  • Estudio de los competidores: cuando se hayan definido los aspectos formales, es el momento de analizar a la competencia para saber cuál es su ideología, su enfoque y su estrategia con el objetivo de obtener una ventaja competitiva una vez que presentemos el diseño a los competidores.
  • Creación de los diseños: se crean los primeros diseños y bocetos en función de las necesidades de la marca y el estudio de la competencia. Se selecciona una paleta cromática, el tono de la voz, la tipografía, el nombre de la marca, el logotipo y todos los elementos gráficos, tanto para el uso en medios digitales como físicos. Esta fase puede repetirse y adaptarse todas las veces que sea necesario teniendo en cuenta el feedback sobre la marca.
  • Unir todo y entregarlo: cuando se hayan realizado los ajustes finales y todos los diseños estén preparados, los elementos deben ser colocados sobre un panel de marca, en el que podamos tener una visión global de todo. De esta forma, podemos delimitar una guía de estilo clara y sentar los parámetros de la entidad que acompañará a la marca a lo largo de todas sus fases. Recuerda que, como dijo el experto en marketing y economía Philip Kotler, “si no eres una marca, serás una mercancía”. Tener una marca sólida, resultado de un proceso especializado de desarrollo y diseño le proporcionará una identidad a tu propuesta y le añadirá valor, evitando que sea temporal e irrelevante dentro de su nicho de mercado.